Carolina piensa que sus tijeras son aburridísimas porque sólo sirven para cortar cosas. Les puso pimienta, aceite, sal, polvo de arroz, piñones, guindas... y, de repente, sucedió algo maravilloso.
Esta web utiliza cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios mediante el análisis de sus hábitos de navegación. Puede obtener más información aquí o cambiar la configuración.